Importancia de la calidad del agua

Por: Dirección de Comunicación

Para muchos, abrir el grifo y beber un vaso de agua es un acto cotidiano y sin complicaciones. Sin embargo, en diversas comunidades de nuestro país, esta acción sigue siendo un privilegio. El acceso a agua segura es un factor determinante para el desarrollo social, la salud pública y la protección del medioambiente. Con los efectos del cambio climático agravando la escasez y la contaminación del agua, garantizar su calidad y disponibilidad se ha convertido en un reto impostergable.

El agua potable no solo debe ser accesible en cantidad suficiente, sino que también debe cumplir con estándares de calidad que impidan la propagación de enfermedades. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, en muchos municipios del país, casi la mitad de la población carece de acceso a agua entubada, lo que obliga a miles de familias a depender de fuentes no tratadas o de calidad dudosa. Esta realidad aumenta los riesgos sanitarios y evidencia la necesidad de fortalecer las políticas de gestión y tratamiento del agua.

No podemos seguir siendo espectadores de una crisis que afecta a millones de personas.

La protección de las fuentes de agua es el primer eslabón en la cadena de suministro. Ríos, lagos y acuíferos están constantemente amenazados por la contaminación industrial, agrícola y doméstica. La falta de regulación efectiva y la ausencia de prácticas sostenibles han convertido muchas fuentes en vertederos de residuos tóxicos. Es imperativo implementar controles más estrictos sobre los vertidos industriales, fomentar el uso responsable de fertilizantes y pesticidas, y promover la restauración de ecosistemas acuáticos. Solo con una gestión adecuada de las cuencas podremos garantizar la disponibilidad para las generaciones futuras.

La desinfección del agua es un paso fundamental para garantizar su seguridad. Hoy en día existen muchos métodos de desinfección para eliminar patógenos, pero su aplicación en nuestro país es desigual. En muchas comunidades rurales, el agua no recibe ningún tipo de tratamiento, exponiendo a la población a enfermedades, la diarrea, una de las principales causas de mortalidad infantil. Es esencial asegurar que los sistemas sean eficientes y operen de manera constante, además de controlar la contaminación química provocada por metales pesados o plaguicidas.

Otro factor clave en la garantía de la calidad del agua es la capacitación de los encargados de su tratamiento y distribución. En muchas regiones, los sistemas de agua son administrados por comités comunitarios cuyos miembros, aunque comprometidos, carecen de formación técnica. La actualización y capacitación continua en el manejo de tecnologías de tratamiento y normativas de calidad es indispensable para garantizar el suministro. Un personal preparado puede prevenir fallas en el sistema, detectar irregularidades y optimizar los procesos de purificación.

Pero la responsabilidad de asegurar agua de calidad no recae solo en las autoridades y los técnicos especializados. Todos los sectores de la sociedad tienen un papel que desempeñar.  Desde adoptar prácticas sostenibles, reduciendo su impacto ambiental y tratando adecuadamente sus residuos; fortalecer y hacer cumplir regulaciones estrictas para la protección del agua. Hasta el consumo responsable, evitando el desperdicio, conservación y saneamiento de fuentes.

Garantizar el acceso a agua potable de calidad es un desafío que exige un esfuerzo conjunto y coordinado. No podemos seguir siendo espectadores de una crisis que afecta a millones de personas. La calidad del agua es un tema de vital importancia que demanda acción inmediata. Solo a través de un enfoque integral que combine protección ambiental, tecnología de tratamiento, educación y responsabilidad social podremos asegurar que el agua, fuente de vida, llegue a todos en condiciones óptimas. El momento de actuar es ahora.

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