El acceso al agua potable y al saneamiento es una necesidad fundamental. No se trata solo de abrir un grifo o disponer de drenajes adecuados, sino de garantizar condiciones de vida dignas, prevenir enfermedades y permitir el desarrollo de comunidades sostenibles.
En Guatemala, la realidad es compleja. Muchas regiones aún dependen de fuentes irregulares de agua, mientras que el saneamiento sigue siendo una deuda histórica. Frente a este panorama, el Infom ha asumido un rol determinante en la construcción y mejora de la infraestructura hídrica del país, contribuyendo a cerrar brechas y fortalecer la capacidad de gestión del recurso. Durante los últimos años, el Infom ha impulsado proyectos clave para garantizar el abastecimiento de agua en comunidades que, por su ubicación o condiciones geográficas, han enfrentado dificultades para acceder a este servicio.
La perforación de pozos, la rehabilitación de sistemas de distribución y la modernización de plantas de tratamiento han sido algunas de las estrategias implementadas para asegurar el suministro de agua de calidad. Sin embargo, el reto no es solo llevar agua a más personas, sino hacerlo de forma sostenible, garantizando que los sistemas funcionen con eficiencia y que las fuentes se preserven a largo plazo.
Garantizar el acceso al agua y al saneamiento implica mucho más que invertir en infraestructura.
El saneamiento, por su parte, ha sido otro eje de acción. Durante mucho tiempo, la falta de tratamiento adecuado de aguas residuales ha sido un problema que impacta tanto a la salud pública como al medioambiente. Ríos y lagos contaminados, sistemas de drenaje obsoletos y la ausencia de plantas de tratamiento han generado un deterioro progresivo en diversas regiones.
En respuesta a ello, el Infom ha trabajado en la construcción de nuevas infraestructuras y en la optimización de las existentes, promoviendo una gestión más responsable de los residuos líquidos y fortaleciendo las capacidades técnicas de quienes administran estos sistemas. Pero el esfuerzo no se detiene en la construcción de obras. Garantizar el acceso al agua y al saneamiento implica mucho más que invertir en infraestructura. Se necesita capacitación, planificación y una gestión eficiente de los recursos.
En este sentido, el Infom ha trabajado en la implementación de modelos de administración sostenible, promoviendo el uso de nuevas tecnologías y fomentando la transparencia en la ejecución de los proyectos. Cada planta de tratamiento, cada pozo perforado y cada sistema mejorado son el resultado de un esfuerzo que no solo busca resolver una necesidad inmediata, sino sentar las bases para un futuro más equitativo.
El agua es un recurso vital, pero también finito. La demanda crece, mientras que los efectos del cambio climático amenazan su disponibilidad. Asegurar su acceso no es solo una responsabilidad de las autoridades, sino un compromiso de toda la sociedad. El Infom, con su visión renovada, tiene la oportunidad de seguir liderando estos esfuerzos, fortaleciendo alianzas y consolidando estrategias que permitan que más guatemaltecos disfruten de un derecho tan básico como el agua potable y el saneamiento.
La infraestructura hídrica que se construye hoy definirá la calidad de vida de las futuras generaciones. La apuesta del Infom no solo es por ampliar la cobertura, sino por hacerlo con un enfoque sostenible y eficiente. El desafío continúa, pero cada paso dado en la dirección correcta acerca a Guatemala a un futuro en el que el acceso al agua no sea un privilegio, sino una garantía para todos.