El Instituto de Fomento Municipal (Infom) es una entidad autónoma del Estado creada en 1957 con la finalidad de promover el desarrollo de los municipios. Estamos próximos a celebrar el 68 aniversario y dada la situación de profunda debilidad institucional que atraviesa, la cual hemos descrito brevemente en columnas previas, es legítimo preguntarse si realmente se requiere hacer todavía el esfuerzo de reconstituir sus capacidades institucionales a favor del desarrollo municipal.
La gran dependencia financiera que tienen la mayor parte de las municipalidades del país de las transferencias de gobierno central, es una de las razones más evidentes para contestar rápidamente, y de forma afirmativa, la pregunta inicial. No digamos, si vemos otros subíndices del Índice de Gestión Municipal que produce Segeplán, como el de gestión administrativa, gestión estratégica o el de la prestación de servicios públicos, donde destaca la provisión de agua para consumo humano, la disponibilidad de drenajes o de un manejo adecuado de la recolección de basuras, competencias consignadas a las municipalidades en el Código Municipal, pero que la evidencia nacional e internacional acumulada demuestra que difícilmente cada municipalidad puede gestionar aisladamente.
El Ranking de Gestión Municipal nos muestra que las munis siguen necesitando fortalecimiento; unas más que otras, claro está, pero todas deben estar inmersas en un proceso de mejora continua, que es donde el Infom debe cambiar para responder y reencontrar esta realidad con lo que plantea su mandato histórico.
Para ello, el Infom requiere una transformación profunda en la manera de realizar sus funciones, que es hacia donde se encamina el proceso de cambio que impulsamos.
Este se enfoca, en primera instancia, en recuperar y reconectar la institución con su finalidad última: contribuir al desarrollo nacional por medio de aportar al fortalecimiento municipal, y a la infraestructura que requieren los territorios para que las munis entreguen los bienes y servicios que necesita la población.
En ese contexto, una función sustantiva que estamos impulsando es el ser una instancia de encuentro y articulación entre el Ejecutivo y sus políticas y el quehacer municipal. Función estratégica contenida en su ley, pero bastante olvidada también.
El cambio incluye transformar y/o modernizar en Infom seis sistemas esenciales para el adecuado funcionamiento de toda institución: Sistema de Recursos Humanos; modelo financiero y de gestión presupuestaria; modelo organizacional; modelo gerencial; inversión en capital físico, tecnológico y humano, y lo que se ha llamado “sistema de integridad” enfocado en la adopción de una cultura institucional cuyas prácticas, procesos y normas aseguren transparencia y probidad en el actuar del Infom.
Las unidades institucionales por donde está comenzando el cambio, son aquellas que entregan bienes y servicios directos a las municipalidades y los territorios, comenzando por Unepar (Unidad Ejecutora del Programa de Acueductos Rurales), la Dirección de Fortalecimiento Municipal, y las sedes territoriales de Infom.
También recuperaremos el papel de Infom como unidad ejecutora de proyectos de beneficio territorial y municipal que otrora distinguió su actuar técnico, pero que ha perdido brillo por la desconfianza que llegó a generar en distintos actores la forma de gerenciar la institución.
La meta es que al 2027, habremos completado el cambio institucional y aspiramos a que este sea visible y palpable no solo dentro de la institución, sino en que las municipalidades vuelvan a reconocer en Infom, un socio útil y valioso para lograr su propia misión.
